Salud Mental en el ámbito escolar

 

No han sido pocos los artículos que han aparecido últimamente, algunos de los cuales reseñamos abajo, cuya temática pone el foco en los casos de suicidio adolescente, y cuyo trasfondo no es otro que la precariedad de la salud mental en nuestro país. Artículos que nos vienen impactando mucho a los compañeros y compañeras de la comunidad Convives.


El tema del suicidio es siempre algo trágico, y especialmente doloroso en el caso de chicos y chicas en edad adolescente. Pero no por ello deberíamos obviarlo, al contrario, nos parece esencial afrontarlo, y queremos realizar un pronunciamiento, exponer nuestro punto de vista sobre el tema, con firmeza y con la delicadeza necesaria. Somos una asociación dedicada al fomento de la convivencia escolar y parece claro que estas situaciones son un evidente fracaso social.

En principio, hemos sondeado a compañeros y compañeras de IES porque nos preocupaba que pudiera haber algo de sensacionalismo en las noticias, y lo que hemos encontrado es preocupación, nos han hablado de una honda preocupación entre el profesorado al enfrentarse a algo nuevo, poco frecuente pero estremecedor. Preocupación que se sustenta, según nos comentan, en la poca información y en los pocos recursos que tiene actualmente la comunidad educativa para afrontar éstas situaciones.

Luego hemos tirado de documentación, basta echar un vistazo a los medios para encontrar (y contrastar) más información. Unicef lo tiene claro: España es el país europeo con mayor prevalencia de trastornos mentales en niños y adolescentes. Incluso un organismo como el Instituto Nacional de Estadística afirma en sus informes que el suicidio es ya la principal causa de muerte no natural en las personas de entre 15 y 29 años.

Todo el mundo coincide, también Convives, en que detrás de éste fenómeno existen variables que pueden haber precipitado estas situaciones:

  • El paso de la pandemia por nuestro alumnado. No se han infectado de forma severa pero desde luego esta larga situación ha hecho mella en un colectivo especialmente necesitado de sus iguales, de sociabilidad. Y dentro de éste colectivo adolescente han sido los chicos y chicas más vulnerables los que se han visto más afectados.

  • Con la extraña “nueva normalidad” que estamos viviendo, no estamos seguros que los centros hayan habilitado los espacios necesarios para hablar, para hablar de todo lo que nos está ocurriendo con ésta larga pesadilla. Mucho nos tememos que el currículum haya vuelto a imponer sus prisas y su carga temporal y haya impedido que los chicos y las chicas hayan podido verbalizar una situación tan potente. La educación emocional no es solo una materia optativa (en algunos sitios), es una necesidad educativa que tenemos que asumir ya.

  • La precariedad de la salud mental en nuestro país. Aunque parece que se ha reactivado políticamente el debate, y el tema aparece en noticias y en informativos de forma recurrente, no terminan de tomarse las decisiones necesarias. Las distintas administraciones tienen que empezar a resolver lo que es una imperiosa necesidad, tiene que normalizarse la situación y habituar a la población a acceder a éste recurso. Un recurso suficiente, con una adecuada dotación de psicólogos y psicólogas clínicos y la puesta en marcha de la tan ansiada especialidad de psiquiatría infanto-juvenil. Un recurso de acceso público, naturalmente.

  • En la misma línea nos parece denunciable la situación de los orientadores y orientadoras, son un verdadero termómetro para valorar e informar sobre posibles casos, una especie de atención primaria para detectar éstas situaciones. Imposible en la actualidad, en España existe de media un profesional por cada 800 chicos/as, muy lejos de las recomendaciones de todas las organizaciones internacionales.

  • Sin embargo, las tímidas medidas que empiezan a aparecer desde las administraciones suelen ser las de siempre: la puesta en marcha de un protocolo. Herramienta que entendemos útil, pero no es la solución, ni mucho menos. Necesitamos menos protocolos, menos normativas, y más formación, más recursos.

  • Nos sigue preocupando también que esta situación vuelva a recaer sobre las espaldas del profesorado. Es lo de siempre, cada vez que la sociedad focaliza un tema importante, vuelve los ojos a la Escuela. Es razonable, y quizás estaríamos dispuestos y dispuestas a afrontarlo, pero con medios, con recursos como los que hemos detallado arriba.


Finalmente, queremos hacer llegar a los centros la necesidad del despliegue de medidas como las que hace muchos años intentamos dar a conocer desde Convives, medidas preventivas y que se resumen en la creación de un entorno protector.

No solo el profesorado, también el alumnado, la familia y la comunidad en general deben contribuir a que los centros sean un entorno saludable mentalmente. Nos jugamos mucho.

Invitamos a los compañeros y a las compañeras que nos suelen leer, a acompañarnos también en el seguimiento de éste nuevo frente. Ahí estaremos.


https://elpais.com/espana/madrid/2022-01-23/estado-de-alarma-en-un-instituto-como-controlar-a-cuatro-adolescentes-que-se-pueden-suicidar.html

https://www.elcorreo.com/xlsemanal/salud/salud-mental-adolescentes-orientador-colegio-trastornos-conducta-autolesiones.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

https://elpais.com/opinion/2022-01-26/el-suicidio-entre-los-jovenes.html


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