Convives y la crisis del coronavirus (3). Diversidad y escuela. Una reflexión desde el confinamiento

Todos los niños y niñas y adolescentes son diversos: por sus condiciones, por su lengua, su origen, por su manera de aprender,... La situación de confinamiento que estamos viviendo, pone en evidencia aristas de la diversidad que parecían no suscitar mucha preocupación, para el aprendizaje, hasta ahora: el acceso a la tecnología en los hogares, el cuidado y amor que recibe cada niño o niña, el bienestar personal, económico, social en las familias, … 
No tener en cuenta toda esta diversidad crea desigualdad y falta de equidad en las aulas. Toda ella es relevante para la convivencia y el aprendizaje, para tomar decisiones educativas, para proponer currículums, prácticas educativas en las que todos y todas puedan estar presentes, participar, aprender, progresar…
Nos hemos acostumbrado a conceptos y planteamientos que esconden debajo creencias e ideas excluyentes, injustas y que causan mucho dolor.
Hablamos de “atender a la diversidad”, de “alumnado con necesidades específicas”, de “alumnado con necesidades educativas especiales”, de discapacidad,… Asumimos adaptaciones del currículum que plantean objetivos diferentes,... incluso se les llama alumnos con diversidad solo a algunos/as (en un intento por no estigmatizar) ...y, en realidad, no hacemos más que poner etiquetas, clasificar,... justificar el trato diferente, justificar la desigualdad. 
Ahora que vivimos esta situación cuasidistópica es tiempo para que la escuela se pare un poco y se mire hacia adentro. Ahora que vivimos una situación que hace tambalear nuestra realidad pasada, y cuándo muchos confían en salir de ella fortalecidos, con aprendizajes sobre la solidaridad, la empatía, la gratitud, etc. es momento para pensar que no podemos volver a esa realidad pasada, porque esa realidad era el problema. Y en la escuela, aunque excelentes excepciones no nos dejen generalizar, ocurre lo mismo.
Como profesionales de la educación deberemos ser reflexivos y críticos para cuestionar todas las creencias, discursos y prácticas que nos llevan a construir escuelas excluyentes. Y ocuparnos de cambiarlas.
Construyamos una escuela en que cada niño, cada niña, sea cual sea su diversidad, se sienta acogida, valorada, se sienta parte del grupo, participe de la misma propuesta educativa con todos los ajustes necesarios. Una escuela en la que se respeten todos los derechos de todas las personas.
Seamos profesionales reflexivos y críticos, pongamos en cuestión las prácticas. Utilicemos las herramientas que nos permiten proporcionar experiencias educativas valiosas para todos y todas: utilicemos el diseño universal para el aprendizaje (DUA), el aprendizaje multinivel,… y todas las medidas, metodologías y estrategias para educar sin excluir. Contribuyamos a construir una sociedad justa, con las mismas oportunidades para todos y todas, sea cual sea nuestra diversidad.
CONVIVES. Asociación para la convivencia positiva en los centros educativos. 1 de mayo de 2020





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