Convives y la crisis del coronavirus (4). Enseñanza a distancia, pero no distante. Uso de las TIC.


Hay muchas cosas, positivas y negativas, que podemos comentar sobre el uso de la tecnología en educación en estos momentos. Y esperamos poder hacerlo poco a poco, píldora a píldora. Hoy vamos a comenzar planteando las cosas positivas que la tecnología en general, y la tecnología educativa en particular, ha aportado a la situación actual.

Hace unos días alguien comentaba que no podía imaginarse lo que hubiera sido un confinamiento como el actual hace veinte años: sin Internet generalizado, sin plataformas digitales para ocio, con una limitadísima oferta de cadenas de televisión. Por ello las administraciones educativas han pensado que se podían poner en marcha y reforzar las plataformas educativas existentes (probablemente bastante infrautilizadas hasta la fecha) y proveer de contenidos al alumnado “a distancia” a través de medios tecnológicos y digitales también desde el primer momento. Todo eso ha sido posible gracias a la tecnología, que ha evolucionado tanto en tan poco tiempo que el escenario actual hubiera sido impensable hace tan solo unos pocos años. Esa tecnología permite también que familias que se han quedado separadas a pocos, a cientos o a miles de kilómetros de distancia por los bloqueos en los viajes puedan continuar sabiendo cómo están sus seres queridos. El miedo, el desasosiego, la preocupación, el estrés provocado simplemente por “no saber” hubiera sido terrible hace pocos años.

Desde el minuto uno de la crisis las instituciones educativas se han preocupado por poner a disposición de la comunidad educativa recursos para la enseñanza, sobre todo, en línea. Las distintas organizaciones educativas se han dedicado a hacer listados de recursos y aplicaciones disponibles para la enseñanza “en línea”. Hay que señalar, sin embargo, que la situación no requiere solamente enseñanza “en línea”. Requiere enseñanza a distancia, que no es lo mismo. Sobre todo, para paliar problemas relacionados con la brecha digital. En España se hizo un esfuerzo enorme para poner a disposición del alumnado un canal televisivo[i] en “cuatro días”[ii], destinado a los contenidos académicos de las distintas etapas. Aunque haya recibido críticas[iii], cabe esperar que quienes las hacen hagan lo posible para mejorar la calidad de los contenidos[iv]. Para paliar el problema de acceso a los materiales y recursos en línea, el Ministerio de Educación y Formación Profesional anunció que va a garantizar que 20.000 estudiantes de Bachillerato y Formación Profesional de Grado Medio y Superior dispongan de líneas móviles[v], que se distribuirán a través de las Comunidades Autónomas para que se hagan llegar a las familias con menos recursos.

Pero se pongan o no a disposición de la comunidad educativa los recursos necesarios[vi] para una enseñanza “a distancia” que garantice unos mínimos, seguimos encontrando problemas derivados de la falta de pericia digital de los componentes de la comunidad educativa. Y, sobre todo, la brecha digital, que es la misma brecha social que ya existía en nuestras escuelas, se ha acrecentado. Pero hoy hemos dicho que hablaríamos sobre lo positivo. De la brecha digital y social, de los problemas de formación continua, también de la brecha de la seguridad y de la privacidad, hablaremos en otra “píldora”, en otro momento, junto con esos problemas que se están encontrando en el día a día de esta nueva clase virtual en la que estamos inmersos. Hay que señalar la generosidad del CIDEAD[vii], que ha puesto a disposición de la comunidad educativa los materiales en línea que ya se utilizaban en sus plataformas, lógicamente preparadas para la enseñanza a distancia y en línea. Está por ver, sin embargo, el uso real que se ha dado a los mismos y su difusión en los entornos educativos.

Hay quienes están viendo en esta crisis una oportunidad para mejorar[viii] y para dejar atrás rémoras y modos de hacer que se están demostrando obsoletos e inútiles. Aquellos que conocen la historia y que dicen que de grandes crisis surgieron grandes avances. Acabemos esta reflexión con ese pensamiento en la cabeza: busquemos en qué podemos mejorar[ix] desde la situación actual e intentemos ser racionales y razonables en lo que pedimos de nosotros mismos, de los demás y de nuestro sistema educativo en general. Porque nada ni nadie será igual[x] después de lo que está ocurriendo.

CONVIVES. Asociación para la convivencia positiva en los centros educativos. 8 de mayo de 2020



[i] Resolución de 13 de abril de 2020, de la Subsecretaría, por la que se publica el Convenio de colaboración entre la Corporación de Radio y Televisión Española, Sociedad Anónima, S.M.E. y el Ministerio de Educación y Formación Profesional, para la producción del programa contenedor "Aprendemos en casa".
https://www.boe.es/boe/dias/2020/04/15/pdfs/BOE-A-2020-4463.pdf
[ii] Cómo preparar 300 horas de emisión en solo 4 días: el ejemplo de TVE con “Aprendemos en casa”.
https://vertele.eldiario.es/noticias/tve-aprendemos-en-casa-educacion-coronavirus_0_2215278469.html
[iii] El Mundo: Los matemáticos se quejan de los contenidos educativos…
https://www.elmundo.es/espana/2020/03/27/5e7cda0cfdddff8a6f8b4623.html
[v] Nota de prensa del MEFP: El Ministerio de Educación y Formación Profesional, Telefónica, Cisco e IBM facilitan la continuidad educativa de los estudiantes de Bachillerato y FP
http://www.educacionyfp.gob.es/prensa/actualidad/2020/03/20200330-tarjetasdatos.html
[vi] “#Aprendo en casa”, web del MEFP/INTEF:
https://aprendoencasa.educacion.es/
[vii] CIDEAD, Centro Integrado de Enseñanzas regladas a Distancia. Publicación de materiales
https://www.educacionyfp.gob.es/educacion/mc/cidead/centro-integrado.html
[viii] Anderson, Jenny: The coronavirus pandemic is reshaping education.
[ix] Educación 3.0: Pedagogías emergentes para el confinamiento: episodio cero.

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